Blogia
kuninotas

De vuelta a la economía de la Gran Depresión de Krugman P5

De vuelta a la economía de la Gran Depresión de Krugman P5 TODOS CAEN: EL DERRUMBE DE ASIA

EL BOOM

Tailandia llego relativamente tarde al milagro asiático, comenzó a convertirse en un centro industrial en los años ochenta cuando empresas extranjeras en particular japonesas, comenzaron a instalar las plantas en el país. Luego vinieron la primera ola de inversionistas hizo crecer la economía al 8% al año. Hasta comienzos de los años noventa, la mayor parte de las inversiones asociadas con este crecimiento provenía de los ahorros de los mismos tailandeses, el dinero extranjero construyó las grandes fabricas de exportación pero los negocios más pequeños fueron financiados por empresarios locales con sus propios ahorros. En 1991 la deuda externa era ligeramente menor que el monto de sus exportaciones anuales, sin embargo durante los años noventa ésto comenzó a cambiar.

La solución de la crisis de la deuda latinoamericana hizo que la inversión en el Tercer Mundo fuera respetable, la caída del comunismo hizo que la inversión pareciera menos arriesgada que antes. A comienzos de los noventa, las tasas de interés en los países avanzados era excepcionalmente bajas porque los bancos centrales estaban tratando de sacar a sus economías de una recesión leve y muchos inversionistas salieron al exterior en busca de mayor rentabilidad. Quizás lo crucial fue que los fondos de inversión acuñaron un nombre nuevo para lo que antes se llamaba Tercer Mundo o Países en desarrollo: ahora eran "Mercados Emergentes". Los inversionistas respondieron en manada, en 1990 el flujo de capitales privados a los países en desarrollo fue de 42 mil millones de dólares. En un comienzo la mayor parte del dinero llego a América Latina, especialmente a México, pero después de 1994 se dirigió cada vez más hacia las economías aparentemente más seguras del sudeste asiático.

¿Cómo llegó el dinero desde Tokio a Francfort a Bangkok y Jakarta?
Comencemos con una transacción típica: un banco japonés le hace un préstamo a una compañía de financiamiento tailandesa, una institución cuyo propósito principal es actuar de correa transportadoras para fondos extranjeros. la compañía de financiamiento tiene ahora yenes que utiliza para hacerle un préstamo a una tasa de interés más alta a un constructor de bienes raíces local. Pero el constructor quiere tomar prestados bahts, no yenes pues él debe comprar tierra y pagar a sus trabajadores en la moneda local. Así que la compañía de financiamiento va a los mercados de moneda extranjera y cambia sus yenes por bahts.

Ahora bien, el mercado de moneda extranjera, como otros mercados, se rige por la ley de la oferta y la demanda: si aumenta la demanda, los precios normalmente se incrementarán. Esto es, la demanda de bahts por parte de la compañía de financiamiento tendrá la tendencia de hacer que el baht aumente su valor respecto de otras monedas. Pero durante los años del boom, el banco central de Tailandia tenía el compromiso de mantener una tasa de cambio estable entre el baht y el dólar. Para lograr esto, tendría que compensar cualquier incremento en la demanda del baht aumentando también su oferta, es decir, vendiendo bahts y comprando moneda extranjera como el dólar y el yen. Entonces el resultado indirecto del préstamo inicial en yenes seria un aumento, tanto en las reservas de moneda extranjera del Banco de Tailandia como en la oferta de moneda tailandesa. Y habría también una expansión del crédito en la economía, no sólo el préstamo suministrado directamente por la compañía de financiamiento, sino crédito adicional suministrado por los bancos en los que fueron depositados los bahts recientemente creados. Y como buena parte del dinero prestado terminaba nuevamente en los bancos en la forma de nuevos depósitos, esto a su vez financiaba nuevos prestamos, y así sucesivamente, en el proceso "multiplicador de dinero" que se enseña en un curso introductorio de economía.

Hacia 1996 las economías del sudeste asiático comenzaban a tener un enorme parecido con la "economía burbuja" de Japón, se hubiese evitado esto si el banco central simplemente permitieran dejar de mantener la tasa de cambio. Pero en ese momento parecía una mala idea, las exportaciones habría sido menos competitiva y la tasa de cambio estable era buena para la confianza de los negocios.

Se le permitió al boom que siguiera su curso completo y finalmente la expansión de dinero y crédito se autolimitó. Las elevadas inversiones junto con un crecimiento del gasto por los nuevos prósperos consumidores condujeron a un aumento en las importaciones. La economía elevo los salarios haciendo menos competitivas las exportaciones y porque China devaluó su moneda en 1994, el resultado fue un enorme déficit comercial, en vez de incrementar el dinero interno y el crédito, esos prestamos en moneda extranjera comenzaron a pagar las importaciones.

Un país que atrae unos ingresos netos de capital tiene que tener un déficit en la cuenta corriente del mismo tamaño. Los déficit de Tailandia y Malasia crecieron al 6%, 7%. 8% del PBI, el sudeste asiático, como Japón tenia un problema de riesgo moral, lo que pronto recibiría el nombre de capitalismo clientelista.

En Indonesia, los intermediarios desempeñaron un papel menor, allí la típica transacción dudosa era un préstamo directo del banco extranjero a una compañía controlada directamente por alguno de los compinches del presidente, como la compañía Peregrine Investment Holdings de Hong Kong que concedió un préstamo a la compañía de taxis de la hija de Suharto.
En Corea, los grandes deudores eran bancos efectivamente controlados por los chaebol, los enormes conglomerados que han dominado la economía de la nación y hasta hace poco, su política. así pues, en toda la región, las garantías implícitas del gobierno estaban ayudando a asegurar inversiones que eran más arriesgadas y menos promisorias que las que se habrían hecho sin esas garantías.

JULIO 2

Los mercados para algunos de los productos tailandeses se debilitaron, y una depreciación del yen japonés hizo que la industria del sudeste asiático fuera menos competitiva. Con la menor entrada de yenes y dólares, la demanda de bahts en el mercado cambiario también disminuyó. Entre tanto, la necesidad de cambiar bahts por moneda extranjera continuó incólume. Con el fin de evitar que el valor del baht cayera, el Banco de Tailandia tuvo entonces que hacer lo contrario de lo que había hecho cuando el capital comenzó a ingresar: salió al mercado a cambiar dólares y yenes por bahts para apoyar su propia moneda. Pero hay una diferencia importante entre tratar de mantener abajo la propia moneda, y tratar de mantenerla en alto: el Banco de Tailandia puede aumentar el suministro de baths tanto como quiera, pues simplemente los imprime, pero no puede imprimir dólares. Luego había un límite a su capacidad para mantener en alto el baht: tarde o temprano se agotarían las reservas.

La única manera de sostener el valor de la moneda habría sido reduciendo el número de bahts en circulación, elevando así las tasas de interés de tal manera que fuera atractivo de nuevo tomar prestados dólares para reinvertirlos en bahts. Pero esto significaba problemas de otra clase. A medida que el boom inversionista se apagaba, la economía tailandesa se desaceleró (había menos construcción, que significaba menos empleos, menos ingresos y más despidos en el resto de la economía), elevar las tasas de interés sería desalentar las inversiones aún más y quizás llevar a la economía a una caída inequívoca.

La alternativa era dejar la moneda libre, pero esto lastimaría la reputación del gobierno, y porque muchos bancos, compañías de financiamiento y otros negocios tailandeses tenían deudas en dólares. Si el valor del dólar en términos del baht aumentara, muchos de ellos se hallarían insolventes.

Así que el gobierno vaciló, Mientras que pareciera probable que la tasa de cambio entre el baht y el dólar fuera a permanecer estable, el hecho de que las tasas de interés en Tailandia estaban varios puntos por encima de las de Estados unidos era un incentivo para pedir prestado en dólares y prestar en baht. Pero una vez que la probabilidad de que el baht pronto se devaluaría fue alta, el incentivo era el contrario: tomar prestados bahts, esperando que el valor en dólares de estas deudas pronto se reduciría, y comprar dólares, esperando que el valor en bahts de estos activos pronto aumentaría.

LA FUSIÒN

¿Cómo ocurrió la caída? ¿Cómo pudo una devaluación en un país pequeño provocar el colapso de la inversión y la producción en un área tan amplia?
La moneda entró en una caída libre: el precio en bahts de un dólar subió 50% y hubiese subido más si no hubiera elevado bruscamente las tasas de interés.

Aunque hubieron algunas corridas bancarias, lo que realmente sucedió fue un proceso circular, una devastadora espiral que se retroalimenta de distorsión financiera y pérdida de confianza.

Se inició con una caída en la confianza en la moneda y la economía de Tailandia, luego los inversionistas retiran su dinero del país, esto haría que el baht cayera de valor, como el banco central ya no podía sostener el valor de su moneda comprándola en el mercado cambiario (pues ya no tendría dólares o yenes para gastar), la única manera en que podría detener la caída de la moneda era subiendo las tasas de interés y reduciendo los baht en circulación, provocando una recesión, esto malogró las ganancias y los balances lo que a su vez reducen más la confianza, y la economía entró en un proceso de fusión.

EL CONTAGIO

Tailandia estaba en recesión, Malasia había sido golpeada y la rupia de Indonesia se había depreciado en un 30%, pero ¿Por qué había sido afectada Indonesia si los déficit de cuenta corriente nunca habían sido tan grandes respecto del PIB como los de sus vecinos? La crisis también se extendió hasta Corea del Sur, una economía lejana, cuya PIB era el doble del de Indonesia.

Los flujos de dinero hacia la región con frecuencia se canalizaron a través de “fondos de mercados emergentes” que agrupaban en uno solo a todos los países. Cuando se producían malas noticias de Tailandia, el dinero salía de esos fondos y, por tanto, de todos los países de la región.

¿Por qué Asia experimentó una terrible crisis económica, y por qué comenzó en 1997?
Algunos asiáticos, como Mahathir, el primer ministro de Malasia, sostuvo de que se trató de una conspiración urdida por grandes operadores financieros como George Soros que actuaba bajo instrucciones del gobierno americano, que quería reducir el tamaño de los enérgicos asiáticos. Con el tiempo, éstas acusaciones contra los fondos de cubrimiento comenzaron a parecer menos tontas, pues el papel de éstos fondos adquirieron luego un papel importante pero recién en 1998, por ello, no creo que hay comenzado la crisis.

¿Estaban las economías asiáticas más vulnerables al pánico financiero en 1997 de lo que estaban, digamos, cinco o diez años antes? Sí, con seguridad, pero no debido al capitalismo clientelista, por el contrario, se habían vuelto más vulnerables en parte porque habían abierto sus mercados financieros, se habían vueltos mejores economías de mercados libres, no peores, porque aprovecharon su nueva popularidad con los prestamistas internacionales para incurrir en deudas sustanciales con el mundo exterior. Estas deudas intensificaron la retroalimentación del ciclo que va de la pérdida d confianza al colapso financiero, haciendo que el círculo vicioso de la crisis fuera más intenso. No fue que el dinero se gastara mal: una parte sí, una parte no. Fue que las nuevas deudas, a diferencia de las viejas, eran en dólares, y ello causó la ruina de las economías.

0 comentarios